1. Introspección: Solo tú te conoces en realidad, pero este no es un ejercicio fácil, pues a la hora de la verdad ¿Qué tanto conocemos? y ¿Cuánto de nosotros queremos mostrar?. Ahí está la magia, identificar tus fortalezas y debilidades, para mostrarlas de una manera creativa.
3. Comunicación: Encárgate de definir a qué público quieres enfocar tu marca, y hazle saber lo que le puedes ofrecer. Además, tu marca no es solo un logotipo o una tarjeta de presentación, es darle a tu público detalles intangibles como: responder rápidamente un correo, ser puntual, y tener una comunicación clara y transparente, entre muchas otras cosas.
¿Ya sabes qué marca quieres dejar? En Lobo somos expertos en crear marcas que sobresalen, y crear la tuya sería un gran reto.
